Fernando era un tipo común y corriente, iba a la escuela como muchos otros. No tenía muchos amigos, no era medianamente guapo, no tenía dinero y tampoco era bueno con las chicas. Sin embargo, desde que descubrió el rock su vida era diferente, que bueno, tampoco le traía cosas como les sucede a muchos otros. En fin, él era un mediocre y cobarde pero mientras tuviera esa magnífica droga rompiéndole los oídos lo demás le importaba un carajo.
No tenía novia, no tenía muchos amigos y eran contados con la palma de los dedos a los que les confiara algo medianamente importante.
Fernando no se creía superior simplemente era diferente acompañado de ese sonido tan maravilloso llamado rock and roll.
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