-¡Ah! Ok, bueno, ya tomaste una decisión y respeto eso.
-¡¿Qué no me vas a decir nada, ¡¿Qué no me amas?!
-Te amo con toda mi alma y aunque me duele…
… y aunque me va a doler en todo mi ser respetaré eso que tú decidas.
Y aunque llore y me acuerde de ti voy a respetar tu decisión.
Al contrario. Si tú me amas no tendrías porque hacer esto.
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