Hoy recordé por que ya casi no le pido dinero a mi jefe, ni siquiera para mis libros, es difícil hacer eso pero es algo (casi) inevitable, sólo me da para mi pasaje y para una torta y eso me parece que está bien.
Todo comenzó desde que me salí del CBTIS 03 por andar de vago y no aprovechar lo que invertía en mi educación. Después de abandonar los estudios de esa prepa, al mes que me da una regañada de aquellas que hasta me hiso llorar; en esa época tenia como 17 años y fueron los primeros pasos para dejar de estirar la mano en demasía, digo, poco a poco ya que sólo me concede 20 machacantes.
Sigamos. Como tenia una poco de varo ahorrado hice mi solicitud en otra prepa y pagué mi inscripción y luego luego que pido mi beca y eso me hizo el paro hasta salir del COBAT.
Y bueno, me da un chingo de… no se como se diga. Algo entre pena y timidez el decirle que necesito lana. ¡y aunque le pida 20 varos me sucede lo mismo. Tal vez por que yo creo que él piensa que voy a tirar su dinero.
Por que eso de decirle que necesito 350 bolas para un libro pues nada más no se me da. Prefiero juntar el varo por otros lados y dejar que esa lana siga en su bolsa.
En fin, hoy después de tanto tiempo le pedí 250 pesos y creo que pasará mucho tiempo para que eso vuelva ha suceder: el demandar su dinero. Eso espero.
Una imagen chida.
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