jueves, 26 de noviembre de 2009

Honestidad Brutal diría Calamaro

No soy una buena persona; al menos es lo que yo creo.

Y no me refiero a pasarme de verga con mis semejantes, defraudar a otros o ser una especie de abusivo o que se yo.

¡No!, o tal vez si, no, creo que no.

Sólo digo que con mi familia y a veces con algunas personas (pero principalmente con mi familia) no soy una buena persona. Al menos es lo que yo creo.

En las fiestas, reuniones y convivios no me gusta estar en mi casa participando con ellos, casi ya no platico mucho últimamente con mis hermanos, muchas veces siempre ando callado y cuando se me cuestiona solamente respondo con frases vagas como estas: si está mal, no pues que poca, no manches, sí así es, ¡no! yo creo que no, ¡ja! Se cayó, y que pasó, etc, y demás que no son propiamente oraciones. De igual modo trato de evitar la platica, de dinero me aguanto las ganas de pedirles prestado, salvo 10 o 15 pesos y eso para el pasaje. Prefiero cargar en el bolsillo los únicos 10 varos de la torta que me da mi jefe que pedirles prestado. También intento evitar pláticas sobre computación, es más cuando me preguntan trato de dar una explicación más o menos sencilla.

Muchas veces pienso que también soy egoísta; casi no compro cosas para la casa como comida y de la misma forma cuando ellos compran me hago pendejo o hago como que no veo.

No se por que chingados ahora soy así.

Hubo una época en la que era diferente. Platicaba con mis carnales de muchas cosas: política, música, noticias, películas, de televisa, computación, etc., y nos llevábamos como carnales, nos golpeábamos, reíamos, veíamos tele juntos y charlábamos acerca de lo que en ese momento pasaba por el aparatejo ese; hasta nos enojábamos y (como siempre pasa) nos contentábamos.

Pero todo eso ya no sucede, nada de peleas, ver tele juntos o algo de las actividades mencionadas atrás. Es más las peleas propias de hermanos con ese sabor único ya ni una, tal vez por que yo fui el que cambié.
Y aunque ellos traten de hacerme la plática yo lo evito con ese tono de voz que a lo mejor se conoce o respondo con algo tajante.

Ya no me siento igual en mi casa. ¿Qué pasó? ¿Cómo es que llegamos a esto? ¿Por qué sucede esto? Tal vez es mi culpa o de ellos, no lo sé. Sólo creo que soy culero con mi familia. Quiero a mi family un chingo pero ¿por que ahora soy así? No se como volver a los tiempos de antes. Tan sólo de pensarlo creo que se me haría muy difícil.

Muchas veces pienso que sería mejor para mí estar en otro lado. Claro llamándolos para saber como están y toda la honda pero yo en otro lado. Cuando visualizo esto, me llega una rola de Becker que reza más o menos así:

1 comentario:

HURACAN dijo...

La gente cambia...para bien o para mal. Simplemente que ya nada es interesante entonces. No es que seamos malas personas, sino que ya necesitamos otros rumbos.