jueves, 17 de junio de 2010

¿Por qué escribo cosas como estas?


No te conozco pero…

Todos los días trato de buscarte, de encontrarte; de encontrar tu mirada. De buscar tu persona, localizar esa mochila a cuadros que portar. Trato de verte cuando estas con tus amigos, cuando caminas, trato de ver tu cabello, la forma de tu cuerpo.

Casi no te he visto sonreír ¿Por qué? Una vez te vi jugando básquet y parecías por un momento desconectada de tu mundo; de lo que te preocupa. Simplemente jugabas y te veías linda.

La ropa que usas, pero en especial los abrigos que usas para el protegerte del frio son lo que más me gusta de tu ropa. Son con lo que te identifico… y muy bien. ¿Cómo te puede gustar mi ropa? te preguntaras, no lo sé, sólo que me gusta lo que usas… y bastante.

¿Por qué hago conjeturas de ti, de tu vida, si ni siquiera te conozco, si ni siquiera te he hablado?

¿Por qué escribo pendejadas que tal vez ni remotamente son ciertas? A lo mejor eres feliz y tienes a alguien con el cual te sientes muy bien, alguien que te hace soportar…

… a lo mejor eres feliz y (cada que te encuentro) así es tu carácter y yo me imagino pendejadas que nada que ver.

¡Carajo!, ¿alguna vez tendré lo necesario para decirte que me gustas?

Muchas veces me pongo a pensar para que escribo este tipo de cosas si ni siquiera va a pasar nada o algo, je.

Y es que soy tan cobarde y perdedor que no me atrevo a hacer algo que para muchos les resultaría bastante fácil y sencillo. Pero yo, ni siquiera se como llegarle a la chica que me gusta. ¡DAMN!

Me gustas y me gustas mucho. Tanto que…

Ya quiero decírtelo para poder quitarme este peso innecesario.

Pero para que le hago al cuento si (-¿Cómo sabes cabron?, no sabes, quien sabe cabron-) tengo la sensación que tienes… novio.

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