Iván no tenía suerte en el transporte público. Los choferes no querían llevarlo porque traía mala suerte y el pasaje no fluía (según estos), o mejor dicho; los usuarios no se subían a la micro o combi cuando él iba a bordo. Cuando el chofer pitaba para que las personas le hicieran la señal de parada y aunque se detenía y les abría la puerta ellos no se subían, a pesar de ir vacía. La gente no se trepaba a la micro porque fuera Iván !no!, simplemente no tenían ganas, porque no conocían a ese chico, sino porque muchas veces nomas no se querían subir(¿tendría que haber más motivos?) y ya. Sin embargo, los choferes se lo atribuían a Iván, a ese chico que cuando se subía a sus unidades, no dejaba más que uno o dos pasajes de unos que lograban convencerse de treparse a la unidad.
-es que viene ese chavo, y cuando me lo llevo, no agarro más pasaje-.
Decían.
A pesar de todo, lo llevaban a su destino.
¿Coincidencia?
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