Juan Escutia; el guerrero de la Cuauhtémoc no estaba preparado para ser padre (como muchos jóvenes de la ciudad de México de entre 16 y 18 años ja ja ja) ni para asumir responsabilidades, sin embargo tenía… ¿22… 24… 25 años? No recuerdo y ya era hora o ya tenía bastantes pelos como para que le dijeran o sintiera que ya poseía una “madures” a diferencia de esos mozalbetes de 16 y 17 años que pasaban por la misma situación. Cuando su novia le dijo que estaba embarazada él se quedó tan tranquilo como siempre porque sabía que de ahora en adelante tendría que chingarle para alimentar esas dos bocas bajo su brazo. Ja ja ja. Porque a partir de ahora haría hasta lo imposible porque el dinero, el alimento y la … no faltaran nunca en la mesa (dicen, ¿no?).
Nada que ningún hombre cualquiera, menor que él y sin acabar la prepa no hubiera ya hecho.
Jajaja. Juan iba a la universidad y estaba en sexto semestre, a punto de pasar a séptimo. Dos periodos más y acababa la carrera.
Trabajar… de ahora en adelante tendría que trabajar y él no se quedaría con los brazos cruzados mientras su nueva familia le pidiera de comer o necesitara de él.
El futuro no estaba escrito y la guerra apenas había comenzado.
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