Que pasó blog, te voy a contar una historia.
Hace algunos años en la prepa conocí a una chica que era muy tímida, seria, muy religiosa; un bello cordero del rebaño del señor. Cuando platicábamos mis compañeros con ella, siempre era chida la conversación, pero…sí tratábamos entre el desmadre (¿Solo entre el desma o todo el tiempo?)el tema del sexo, siempre se ponía… roja como jitomate, nerviosa, seria y se alejaba para no manchar su mente tan linda con pensamientos perversos de nosotros, las almas pecadoras. ¡ja!
Ella según sabia de las ETS por si algún día tenía “relaciones” y no se infectara de alguna chingadera de esas, se informaba de los embarazos no deseados, métodos anticonceptivos etc. Por si acaso pensaba ella. Como siempre era lo mismo cuando hablábamos de “eso” jajaja, un día se harto, manifestó, grito y dijo algo parecido a esto (palabras más palabras menos):
-¡¡Bueno cabrones ya me tienen hasta la madre, a ver cuando voy a coger para que ya dejen de estar chingando!!
(Le puse groserías jejeje)
Nosotros nos quedamos perplejos –pendejos pues – ya que nunca había reaccionado así, pero que se le va hacer.
No volvió a pasar ese arranque de furia sin embargo en los últimos días del semestre final, empezó a preguntar sobre follar, tenia chingo de dudas; preguntaba sobre posiciones, gustos, tamaños y todo lo relacionado a echarse un polvo. Como ya íbamos a salir, esa chica ya se desinhibía y nos comentaba que todavía era virgen y se esperaría hasta el matrimonio (ni pedo, algo le dejó la religión) o a la persona indicada para entregarle su tesoro mas preciado –mamadas ya sabes -, así mismo seguía informándose para estar preparada, al grado de considerarse morbosilla, nos decía ella.
Hace algunos años en la prepa conocí a una chica que era muy tímida, seria, muy religiosa; un bello cordero del rebaño del señor. Cuando platicábamos mis compañeros con ella, siempre era chida la conversación, pero…sí tratábamos entre el desmadre (¿Solo entre el desma o todo el tiempo?)el tema del sexo, siempre se ponía… roja como jitomate, nerviosa, seria y se alejaba para no manchar su mente tan linda con pensamientos perversos de nosotros, las almas pecadoras. ¡ja!
Ella según sabia de las ETS por si algún día tenía “relaciones” y no se infectara de alguna chingadera de esas, se informaba de los embarazos no deseados, métodos anticonceptivos etc. Por si acaso pensaba ella. Como siempre era lo mismo cuando hablábamos de “eso” jajaja, un día se harto, manifestó, grito y dijo algo parecido a esto (palabras más palabras menos):
-¡¡Bueno cabrones ya me tienen hasta la madre, a ver cuando voy a coger para que ya dejen de estar chingando!!
(Le puse groserías jejeje)
Nosotros nos quedamos perplejos –pendejos pues – ya que nunca había reaccionado así, pero que se le va hacer.
No volvió a pasar ese arranque de furia sin embargo en los últimos días del semestre final, empezó a preguntar sobre follar, tenia chingo de dudas; preguntaba sobre posiciones, gustos, tamaños y todo lo relacionado a echarse un polvo. Como ya íbamos a salir, esa chica ya se desinhibía y nos comentaba que todavía era virgen y se esperaría hasta el matrimonio (ni pedo, algo le dejó la religión) o a la persona indicada para entregarle su tesoro mas preciado –mamadas ya sabes -, así mismo seguía informándose para estar preparada, al grado de considerarse morbosilla, nos decía ella.
Pasaron los días, el semestre finalizó y la deje de frecuentar.
¿Qué pasó con esa linda criatura, tan seria, callada, pura como la leche ALPURA ¡je!?
¿Qué fue lo que la hizo alejarse de la luz del bien?
¿Nosotros la alejamos?
¿Ya las habrá abierto?
Un día conté esta historia a unos cuates y entre pendejadaz llegamos a puntos en común. Según nuestras conclusiones de grandes Psicólogos, pensamos que esa chica con el tiempo:
-Exigiría que alguien la cogiera “bien”
-Tomaría el control de la situación
-Desarrollaría gustos refinados
-Se volvería BI
-Terminaría gustándole por el Ass
Entre otras lindezas.
Bueno espero encontrármela de nuevo y siquiera convencerla de hacerme una mamada (si es que no cambió otra vez ¡je!).
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