El escritor se encuentra
sentado en la silla. Reflexiona sobre su
vida. En estos momentos tiene tiempo libre de sobra y solo pierde el tiempo
pensando. Su mirada atraviesa la pared, se aleja y se va hacía el infinito,
hacía el universo. El escritor deja de
escribir, bueno, anota esta líneas, je je je.
Observa cómo la pluma se desliza, cómo se mueve en su mano; en su garra.
El escritor cree que nada
tiene sentido. Que nada realmente
importa. Que toda la vida es…
Él no termina la frase porque
no sabe cómo. En estos momentos no
piensa en nada.
-¡Oh, Dios! Hace mucho
pinche calor. Es como el jodido infierno en la tierra-. Anota.
Sí, él está consciente de
que la frase anterior es un cliché pero no importa. :D
Pero al final de todo, ¿Qué
puede hacer el escritor? La vida es demasiada complicada. Life is life como en esa famosa canción.
El hacedor de historias cree
que debería empezar a escribir sus cuentos cortos pero no puede. Se le complica
mucho. Es muy difícil, las musas no llegan a él y no sabe si algún día llegarán.
Para ganar el premio nobel de literatura. Sí, ¿por qué no?, tal vez en una
realidad alterna o en otra vida.
¿Qué puede hacer el
escritor?
¿Cuál es el precio que
debe pagar por… vivir?
Pero si lo observas con
cuidado podrás sentir toda su tristeza. Y como se encuentra deprimido. Y cómo
camina como un zombi sin dirección. Solo
viviendo sin un propósito específico. El escritor debe continuar viviendo
porque ese es el precio que debe pagar. ¿Pagar qué? No lo sabe. Muchas veces es
muy difícil vivir pero él necesita continuar. No se puede rendir. Solo levantándose
una y otra vez. Hasta el final de los
tiempos.
La vida es maravillosa
pero también tiene días difíciles.
¿Podrá el escritor, algún
día, terminar sus cuentos cortos?
¿Podrá, algún día, casarse
y tener una hija?
Tal vez o tal vez no.
¿Qué es lo que se espera
de este lugar?
05/09/18